Urabá - 28 octubre, 2019

Lo que falta para el traslado de Murindó

Por Noticias Urabá

El sueño que tienen más de 600 familias indígenas y afro que habitan el casco urbano de Murindó, de esquivar las inundaciones del Atrato, tendrá que esperar por lo menos un año más para verse materializado.

Esto, pese a los esfuerzos de la administración municipal y departamental que intentaron dejar listo el proyecto que promete una solución definitiva para la población murindoseña que, luego del terremoto de 1992, se asentó a la orilla del Atrato de manera temporal. Desde eso han pasado ya 27 años.

Cambio del terreno

A pesar de que el proyecto se viene cocinando desde 2014, un estudio técnico reciente de la Universidad Nacional obligó a replantear el terreno donde se construirá el nuevo casco urbano.

“Teníamos un lote listo de 175 hectáreas, pero la Universidad Nacional entregó hace ocho días un concepto donde dice que el sitio elegido desde 2014 no garantiza la seguridad del traslado de los habitantes de Murindó, por tres razones técnicas, que dio luego de un estudio muy juicioso”, explicó John Jairo Estrada, gerente del proyecto por la Gobernación de Antioquia.

En ese informe técnico la institución universitaria, además de descartar el primer lote que ya era propiedad del Municipio, recomendó asentar el ambicioso proyecto en un terreno ubicado en el sector Pueblo Yuca, que está a ocho kilómetros de la actual cabecera municipal.

Ese nuevo espacio, de acuerdo con el vocero de la Gobernación, tendrá 52 hectáreas para urbanizar y 110 hectáreas que lo circundan de bosque. Entre las principales ventajas es que no tendrá riesgos de inundaciones ni de riesgos altos por sismicidad, que permitirá una explotación agrícola sostenible y que ya tiene buena parte de la carretera construida de los ocho kilómetros que separarán al río, del nuevo casco urbano.

¿Qué sigue?

Jorge Eliécer Maturana, alcalde de Murindó, calificó el traslado del casco urbano como un megaproyecto al que hay que tenerle paciencia para garantizar que se estructure bien.

“Esta semana se está haciendo una socialización en campo con la comunidad. Del terraplén ya tenemos listos seis de los ocho kilómetros y lo que estamos esperando es que termine la ley de garantías para añadir un otrosí y poder finalizar la carretera”, declaró.

De acuerdo con el mandatario, terminar la carretera costaría $160 millones y se haría en paralelo con el avance de las obras de acueducto y alcantarillado y toda la interconexión eléctrica, requisitos previos para comenzar a construir las nuevas viviendas. Según las estimaciones de las autoridades el proceso constructivo de casas y equipamento social (colegio, hospital, entre otros) no comenzarían antes de junio de 2020.

El cambio retrasó el cronograma y añadió una serie de trámites administrativos complejos en los que intervienen el consejo comunitario del PDI (comunidades afro), la Alcaldía de Murindó y la Agencia Nacional de Tierras porque el municipio le debe devolver a las comunidades afro el lote descartado y hacer todo el trámite de escrituras y registro del nuevo espacio.

Los recursos a futuro

Sobre las dudas de la financiación, en un proyecto que se ha cuantificado hasta en cerca de $400.000 millones, los responsables calculan que cerca del 70 % estaría garantizado por la voluntad que ha expresado el Ministerio de Vivienda, entidad que tiene listos los recursos para los subsidios de vivienda y los depositó en una fiducia.

El 30 % restante, que serían recursos del orden departamental, dependerían de la voluntad del nuevo gobernador y que los incluya en el Plan de Desarrollo Antioquia 2020-2023 .

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