Con base en los datos que arrojó el Censo Nacional de Población y Vivienda 2018, el Dane elaboró este año un minucioso informe que da cuenta del estado en que se encuentran los hogares colombianos respecto a cinco dimensiones claves: educación, condiciones de la niñez y juventud, salud, trabajo y acceso a los servicios públicos.
Esos cinco elementos juntos conforman la medida del Índice Multidimensional de Pobreza, una estadística que está pensada para ser insumo en la planeación municipal y que servirá de hoja de ruta para priorizar problemáticas en los planes de desarrollo. ¿Cómo le fue al departamento de Antioquia? ¿Cuáles son las zonas de la región con los indicadores más altos de pobreza? Aquí se lo contamos con este informe que evidencia que las condiciones de vida de los antioqueños se deterioran conforme habitan lejos del Valle de Aburrá o de los municipios cercanos del Oriente antioqueño.
Metodología y hallazgos
El Dane explicó que para desagregar la información y elaborar un análisis completo de las condiciones en las que vive la gente en los 1.102 municipios del país tuvo en cuenta quince indicadores a los que les asignó un porcentaje de relevancia y que giraban en torno a asuntos tan comunes como precarios en algunas zonas, como el porcentaje de personas del hogar (mayores de 15 años) que no saben leer y escribir.
Otros indicadores claves fueron la proporción de niños, y adolescentes entre 6 y 16 años en el hogar que no asisten al colegio, la cantidad de personas que no están aseguradas al sistema de salud, las que están ocupadas (empleo) o que la vivienda en la que habitan tenga servicios básicos como acueducto o alcantarillado.
Luego de cruzar todos esos datos en los más de 14 millones de hogares en el país que visitó el censo, el estudio arrojó un valor que es el IMP (Índice Multidimensional de Pobreza) y que va desde un valor de 4,5 que es Sabaneta, el municipio mejor ranqueado del país (es decir con los niveles más bajos de pobreza) y Uribia (La Guajira) que con un IMP de 92,2 marcó los peores registros y carece de gran parte de los servicios básicos para vivir en condiciones de dignidad.
“Es la primera vez en la historia estadística del país que podemos evaluar los niveles de vulnerabilidad social, habitacional y económica que enfrentan todos los hogares del país. Fueron 14’243.223 de hogares en Colombia en el censo y esto nos permitió aproximarnos no solo a través de los criterios de ingresos sino de los criterios de acceso a bienes y servicios que garantizan el desarrollo adecuado de los ciudadanos”, indicó Juan Daniel Oviedo, director del Dane.
El funcionario resaltó además que toda esta información y el grado de detalle permite a los mandatarios del país y a sus equipos de gobierno enfocar prioridades y retos de cara al próximo cuatrienio.
“Lo valioso de toda esta información es que nosotros vamos a poder, en el caso de un municipio específico, explorar comuna a comuna y cuadra a cuadra qué zonas de una localidad registran concentraciones con índices de pobreza multidimensional y eso es un insumo importante para los énfasis que se quieran establecer en los planes de desarrollo”.
Los contrastes de Antioquia
A pesar de que Sabaneta (4,5) y Envigado (4,9) lideran los indicadores y se ubican como los dos municipios del país con los mejores niveles de calidad de vida, cuando el foco del estudio se aleja del área metropolitana las condiciones de vida de la población antioqueña se precarizan. La situación es aún más crítica cuando el radar se ubica en dos de las subregiones más alejadas del departamento y que, no es casualidad, sufren buena parte de las tensiones producto de los grupos armados ilegales: Urabá y Bajo Cauca.
Allí están, en el foco de la problemática Murindó y Vigía del Fuerte, dos municipios vecinos y ribereños del río Atrato en los que se vive en condiciones muy precarias y que aún no gozan de algo que pareciera tan básico como estar conectados a la red eléctrica nacional.
Otras localidades como Cáceres, Necoclí, San Pedro de Urabá, Nechí, Valdivia o Arboletes integran el top 10 entre las poblaciones del departamento con más problemáticas sociales (ver gráfico).
El gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria Correa, ha expresado en múltiples escenarios el reto que representa mejorar los indicadores de un departamento que es modelo en muchos aspectos, pero que sigue con situaciones sociales complejas en la periferia:
“En el presente y hacia el futuro inmediato, en Antioquia debemos colocar nuestro liderazgo y nuestra pujanza al servicio de transformar los indicadores sociales y humanos de nuestro departamento. Corresponde al gobierno liderar los empeños de transformación de la inequidad, el desempleo, la insalubridad y la violencia, pero compete a todos los antioqueños poner de sí para desatar esa gran transformación social que hoy estamos llamados a provocar”, dijo en su discurso de posesión en el que anunció la creación del programa Antioquia Solidaria con el que pretende cerrar la brecha social.
¿Qué dicen los analistas?
Santiago Leyva, director de la Maestría de Gobierno de Eafit, explicó que el gasto público en el país no tiene la capacidad, a pesar de que el Estado ha hecho esfuerzos y ha crecido en los últimos 20 años, de sacar del atraso a las regiones más abandonadas. Además el presupuesto de la Gobernación, y de las alcaldías, es limitado ante tantas necesidades:
“Se debe pensar en un nuevo sistema de descentralización porque el actual les da mucha responsabilidad a pequeñas localidades, y debemos pensar cómo encontrar un nivel intermedio para que gobernaciones o provincias puedan tener ingresos de transferencias nacionales y sacar los territorios adelante. El problema es que se van ampliando las brechas, porque la zona central sigue creciendo, porque es donde están los negocios, y como la redistribución no es eficiente no se resuelven esas bolsas de pobreza y esa balanza que cada vez es más evidente”.
Para el diputado Camilo Calle hay dos grandes focos generadores de desigualdad en el departamento: el conflicto armado y la pobreza rural.
“La pobreza rural, que es un tema sobrediagnósticado y que obedece a muchos años, se debe a varios factores: la falta de desarrollo de potencialidades en la ruralidad con varios componentes como el acceso a la educación que en Antioquia es bastante limitado, la infraestructura precaria para la atención en salud y el problema de accesibilidad rural, de vías terciarias y secundarias que están en condiciones lamentables”, opinó.
En palabras de Calle, será un gran reto liderar el desarrollo de Urabá cuando entren en funcionamiento megaproyectos como el Túnel del Toyo o Puerto Antioquia: “La gran pregunta es cómo lograr un desarrollo integral de Urabá porque tenemos una de las tres subregiones más desiguales del departamento con dos municipios como Vigía del fuerte y Murindó con múltiples problemáticas sociales. El riesgo social es que Urabá no se convierta en uno de los principales puertos del país y sea tan solo el muelle de Medellín”, dijo el diputado.