Urabá - 2 mayo, 2018

La incertidumbre que día a día se apodera de la zona veredal de Dabeiba

Por Noticias Urabá

Los excombatientes se quejan de la “falta de cumplimientos del Gobierno” y se dan tiempos límites para abandonar la zona.

Kevin, hijo de un excombatiente sale a las 6:30 de la mañana de la mañana del espacio territorial de capacitación y reincorporación para subir a la escuela de la vereda; es el más conocido de la zona, tiene 7 años y espera a la profe Mariela que llega a las 8:00 de la mañana para que dicte su clase de primaria.

Los niños de la vereda Llanogrande inician la jornada rezando a la Santa Madre Laura, como se llama la escuela, y luego cantan Paz, Paz, Paz. La mayoría de los niños son de la zona veredal del municipio de Dabeiba, en el Urabá Antioqueño.

50 metros al oriente, el salón comunal se presta como el escenario del colegio de bachillerato a donde la profesora Efigenia llega en moto muy temprano y después de recorrer dos horas desde el casco urbano, recibe a sus estudiantes.

“Hay una historia grandísima, queremos trabajar arte, expresar todos los duelos a través del arte y el teatro”, manifiesta la profesora Efi, como la llaman sus estudiantes.

200 excombatientes viven con sus familias en esa zona veredal del Urabá antioqueño, pero los niños, con la única opción de concebir el conflicto como algo inherente a su existir, recuerdan y lloran el dolor de perder a sus cercanos.

“No me gusta cuando maltratan a alguien; eso me hiere el corazón”, señala uno de los hijos de los excombatientes.

Abajo, donde los militares y policías custodian la entrada a la zona veredal, conviven excombatientes de las Farc, que, con demasiada dificultad, permiten el ingreso a un civil. Allí, reciben instrucción en cursos, juegan fútbol en una cancha que se idearon los mismos exmiembros y que, junto a la comunidad, hicieron realidad.

“Somos un total de unos 220 excombatientes, pero hay estamos unos 156, pues tenemos la necesidad de falta de tierra, y pues muchos de ellos se han ido a donde un familiar o un conocido a trabajar, pues han conseguido un pedacito de tierra y ahí están trabajando”, manifiesta Luz Mary Cartagena, líder del Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación.

Galpones, cultivos de frijol, maracuyá, y otros productos, hacen parte de los proyectos productivos pactados en los acuerdos de paz, pero para ellos, no hay cumplimiento del Gobierno, la promesa de tierras no se ha cumplido, la zona veredal de Dabeiba, es un terreno arrendado, y para ellos en cualquier momento, los pueden desalojar.

¡Cero! Exclama Piedrahita, un exguerrrillero, quien agrega que “hay recursos que han salido de otras entidades o por otros medios y se han logrado alquilar tierras, inclusive este espacio donde estamos que es alquilado y ni siquiera es de nosotros. Por eso muchos no hemos podido cultivar o desarrollar otros programas de ganadería”, recalca con fuerza y haciendo un llamado urgente para que haya cumplimiento por parte del Gobierno.

La coyuntura les preocupa, temen persecuciones. “Nos preocupa la situación del camarada excombatiente Joberman Arroyave, más conocido como ‘Manteco’ o ‘Rubén’, el gobierno está diciendo que él ya es un desertor, que está con la disidencia y que se abrió del partido político Farc, y que está trabajando con disidentes”, añade Luz Mary Cartagena, negando vínculos con actores delictivos.

‘Jacobo’, no piensa en la cultura capitalista, es artesano de oficio y luego de varios años en la cárcel, se reincorporó a la vida civil y vive en la zona veredal en un espacio de 3×3 metros.

“Nos toca ir al banco a reclamar el 90% del salario mínimo que es la bonificación, pero ya en cuanto a vender o buscar otros productos para subsistir, eso no, las artesanías prefiero regalarlas a amigos o canjearlas”, dijo.

Poco hablan, sin autorización no lo hacen, forman parte de un nuevo partido político, sin el aval de los jefes del secretariado no lo hacen, aseguran que hay temor. En la zona veredal de Dabeiba, el frío de la mañana y el calor exagerado de la tarde, confluye en un no sé qué del proceso de paz con un nuevo gobierno, temen del desarraigo gubernamental de un nuevo presidente. Sin embargo, señalan que difícilmente dejan el proceso de paz, pero sí buscan establecer vínculos más cercanos para que haya un verdadero cumplimiento.

“No vamos a echar atrás, cosas como estas han sucedido, y en la época de la confrontación tuvimos hechos dolorosos, pero no es motivo para echar atrás”, concluye la lideresa de los excombatientes del Frente Jacobo Arango que habitan en ese espacio de la zona rural de Dabeiba, en el departamento de Antioquia.