De Chigorodó, su pueblo natal, llegó a Medellín con los deseos de ser alguien en el deporte. No conocía a nadie y sus esperanzas eran inciertas. Con calma y “buena letra”, como dicen los profesores, Jhonatan Hoyos Martínez empezó a hacer su carrera seis años atrás en la Escuela de Pesas de Antioquia, por la que han pasado quienes llegan de Urabá en procura de nuevos horizontes.
Algún día, cansado de que le cerraran la puerta de los entrenamientos en un equipo sub-12 de un club en el municipio de Chigorodó, decidió abandonar el fútbol, su primera gran pasión de niño.
Recuerda que, como sus padres no tenían recursos para comprarle uniforme y guayos, nunca fue aceptado. Aprovechando su estatura, pues era un chico bastante espigado, quería ser zaguero central, llegar a un equipo profesional y hacer parte de la Selección Colombia. Todo, sin embargo, se rompió como si fuera un cristal contra el piso. “Me tenía confianza, pero no había plata para entrar a las prácticas y tuve que olvidarme del fútbol”.
Hoy, este joven antioqueño de 20 años, cuyo peso corporal supera los cien kilos y mide 1.75 metros, convirtiéndose en el juvenil más pesado de Antioquia, ha logrado parte de ese nuevo anhelo: coronarse, por primera vez, en su corta carrera, campeón panamericano después de actuaciones similares que le permitieron ser el mejor del departamento y, luego, de Colombia en esta categoría.
“Voy de a poco, con calma. Las cosas empiezan a salir”, señala el pupilo de Kenny Hernández, quien fue su primer entrenador en Chigorodó, y Jairo Aníbal Cossio, quien lo trajo a Medellín para fortalecerlo como pesista.
En el cierre del Panamericano en Manizales y compitiendo en una división más alta (+105 kg), Jhonatan se acreditó los tres oros con 143 en arranque, 190 en envión para un total de 333 kilos que le permitió a Colombia sellar su indiscutible título general con 29 medallas de oro, 13 de plata y una de bronce (ver cuadro).
“Es un joven que tiene gran futuro; de hecho, su fortaleza mental y capacidad física le permiten hacer la diferencia en una división en la que Colombia tiene pocos representantes”, señala Roger Berrío, presidente de la Liga de Pesas. “Ha superado muchas dificultades en su corta vida, pero su proyección en este deporte va por buen camino, tenemos fe en que en el Nacional de mayores se pueda consolidar como el mejor del país”.
Jhonatan ya no quiere saber más de fútbol. Lo suyo ahora son las pesas. Hasta se asombra de todo lo que ha logrado en tan corto tiempo. Y de su marca personal, pues alcanza a levantar 165 kilos de hierro de un solo jalón así reconozca que esa modalidad (el arranque) no es su fuerte. “Me va mejor en el envión”. Y así es, pues en esos dos movimientos ya es capaz de elevar la palanqueta por encima de su cabeza con 210 kilos. Una figura en construcción, sin duda alguna.