Disfrutando del Carnaval de Barranquilla, así pillaron al alcalde de Turbo, Andrés Felipe Maturana, durante el fin de semana mientras en su municipio más de 344 funcionarios están en una situación crítica por la falta de pago de salarios.
La W fue quien publicó un video en Instagram en el que se ve al mandatario en plena fiesta del Carnaval, tras lo cual lo buscaron insistentemente para que explicara su presencia en las fiestas de Barranquilla mientras su alcaldía está sumida en una crisis. Sin embargo, el mandatario no les quiso atender llamadas ni mensajes, como tampoco lo ha hecho hasta ahora ante el requerimiento de EL COLOMBIANO.
La Alcaldía de Turbo atraviesa por una delicada situación financiera y laboral. A 344 funcionarios se les adeudan varios meses de salario, tal como lo denunció el presidente de Sintratestatales, John Wálter Urango Palacios, quien señaló que ya son más de 18 meses con el problema sin que el mandatario local le dé solución al asunto.
“El alcalde (Andrés Felipe Maturana) empezó que cada dos meses pagaba uno, después pasó que cada tres meses pagaba uno, ahora estamos en que cada cuatro meses paga un mes. Pero no es solamente salario, es seguridad social, vacaciones, las libranzas”, asegura Urango Palacios.
Alexi López, uno de los funcionarios, señala que la falta de pago de salarios, salud, libranzas, primas y parafiscales tiene profundamente deteriorada la salud física y mental de cientos de trabajadores públicos.
Urango denuncia que mientras los empleados están asfixiados con las deudas que tienen con los bancos y la alcaldía dice tener problemas financieros, al mismo tiempo firma millonarios contratos.
“El alcalde dice que no hay plata, que el recaudo está bajito. Pero la Alcaldía saca contratos de publicidad altísimos con recursos propios, hizo un contrato de la celebración del carnaval novembrino de Turbo con $1.000 millones, hizo un contrato de la celebración del cumpleaños de Turbo por $1.000 millones, hizo un contrato de alumbrado navideño por $600 millones y todos son de recursos propios, de donde les pagan a los empleados”, señala.
Los empleados públicos que se ha manifestado en contra de la situación y que se encuentran en cese de actividades denuncian que han sido atacados en varias oportunidades y hostigados por parte de personas desconocidas.
Lo que aseguró el alcalde Maturana, en diálogo reciente con EL COLOMBIANO, es que el problema financiero tiene origen en un decreto firmado por el alcalde anterior, Alejandro Abuchar, quien antes de salir del cargo dejó firmado un decreto para el ingreso de cien personas más a la nómina de la administración municipal, cuyo monto ascendía a $8.806 millones (cifras redondas) tanto para gastos personales en salarios como para prestaciones sociales y otros emolumentos asociados a sus funciones.
Este proceso fue autorizado por el Concejo local en el acuerdo 006 de 2019, que le dio facultades al alcalde saliente para adelantar una reestructuración administrativa en la Alcaldía.
Lo que deja con mal sabor de boca a los funcionarios y ciudadanos es que mientras el municipio pasa las duras y las maduras, Maturana esté de carnaval mientras los funcionarios públicos siguen esperando que quiera reunirse con ellos a buscar una solución.