La familia de Juan Fernando Quintero, el volante de River y estrella del seleccionado cafetero, denunció al nuevo jefe del Ejército de Colombia, el general Eduardo Zapateiro, por la desaparición del padre del jugador cuando hacía el servicio militar.
Silvia Quintero, tía del futbolista, habló con la radio local Blu y criticó el nombramiento realizado horas antes por el presidente de Colombia, Iván Duque: «A nosotros nos preocupa que haya ascensos sin que responda por un caso que fue denunciado ante la Fiscalía y la Procuraduría».
En marzo de 1995, Jaime Quintero, el padre del jugador, cumplía el servicio militar en Medellín hasta que fue trasladado al municipio de Carepa, también en el departamento de Antioquía, en el norte del país.
La última orden que Quintero recibió fue la del entonces oficial a cargo de Carepa, el general Zapateiro, para regresar a Medellín por mala conducta. Quintero nunca llegó a Medellín, nunca se supo que le pasó y su cuerpo nunca apareció.
«Si él estuviera interesado, ayudaría a saber qué pasó con mi hermano, Jaime Enrique Quintero Cano», aseguró su hermana Silvia en la entrevista reproducida por el diario El Espectador.
El jugador de River tenía dos años cuando su padre desapareció. Años después de la desaparición, un tribunal administrativo exoneró al general Zapateiro de cualquier responsabilidad y, pese a los intentos de la familia, nunca consiguieron reabrir el caso.
«Él debe darnos una explicación de qué hizo con mi hermano o qué mandó a hacer. Él era el capitán de instrucción. Dio la orden del supuesto traslado con el que nunca volvimos a saber de Jaime», agregó Silivia.
Su otro hermano, Carlos, habló con Caracol Radio y no solo ratificó la denuncia de la familia, sino que además criticó la decisión del presidente Duque de ascender a Zapateiro.
«No entiendo cómo a las personas que cometen este delito de desaparición forzada los premian. Esto fue muy doloroso para toda la familia. Queremos saber qué pasó con nuestro hermano, quien fue visto por última vez en la Brigada 17», aseguró Carlos Quintero.
En el marco de la llamada guerra contra las guerrillas, las Fuerzas Armadas cometieron probados crímenes de lesa humanidad, entre ellos desapariciones.
Pese a que Duque aseguró que el anterior jefe del Ejército, el general Nicacio Martínez, deja su cargo por «razones familiares», su gestión estuvo teñida desde el inicio por grave denuncias de violaciones a los derechos humanos.
Poco después de asumir, el diario The New York Times publicó un artículo que reveló la existencia de una directriz del Ejército que ordenaba a la tropa incrementar sus resultados operacionales, lo que pone en riesgo la vida de civiles.
El artículo señaló que con esa instrucción, posteriormente retirada, el Ejército podía estar ejecutando «otra encarnación» de los «falsos positivos», eufemismo para referirse a las ejecuciones extrajudiciales de civiles cometidas por militares para presentar mejores resultados a sus superiores y obtener permisos y condecoraciones.