Desde el pasado 27 de julio, cuando se inscribieron los candidatos para estas elecciones, no se ha hecho una sola denuncia de violencia política en los 11 municipios del Urabá antioqueño. Esta zona, en donde la guerra entre las disidencias del EPL, las Farc y los paramilitares dejó cerca de 66 muertos en solo cuatro masacres en los años 90, ha vivido esta época electoral en una relativa calma que, aunque se ha mantenido, está siempre en vilo por la presencia del ‘clan del Golfo’.
Verónica Tabares, coordinadora regional de la Misión de Observación Electoral (MOE), precisó que desde el 27 de octubre de 2018, cuando comenzó el calendario electoral, tres hechos de violencia política o comunitaria sacudieron al Urabá antioqueño. Dos de ellos sucedieron en Turbo, donde amenazaron a un líder político y otro líder social sufrió un ataque. En Murindó, por su parte, fue amenazado un líder comunitario.
“Esos casos tienen fecha previa al 27 de julio, es decir, desde que empezó la campaña fuerte no se ha reportado un solo hecho de violencia de acuerdo a nuestro observatorio”, aclaró Tabares.
A pesar de la relativa calma con que se vive la contienda, hay un fantasma siempre al acecho: el ‘clan del Golfo’. Hace menos de un mes aparecieron volantes en los que se amenazaba y calumniaba a algunos candidatos.
Los ojos, de inmediato, cayeron en el grupo criminal. Este, sin embargo, negó la autoría de los panfletos y expresó que “no tiene el propósito de servir a oscuros intereses partidistas”.
Cuatro municipios en riesgo alto
La coordinadora de la MOE reveló que hay cuatro municipios del Urabá antioqueño en alto riesgo para estas elecciones por fraude electoral: Murindó, Necoclí, Turbó y Vigía del Fuerte. Chigorodó, por su parte, presenta un riesgo medio.
Las cifras son dicientes: en Vigía del Fuerte, por ejemplo, la tasa de inscripción de cédulas por cada mil habitantes fue de 159.3, cuando el promedio nacional fue de 85 y el de Antioquia se situó en 74.
“Activamos alertas tempranas ante este panorama para que las autoridades electorales hagan las investigaciones pertinentes y se determine si estamos ante posibles casos de trashumancia”, expresó Tabares.
En los 11 municipios del Urabá antioqueño hay 385.489 personas inscritas para votar en estas elecciones del 27 de octubre.
«Activamos alertas tempranas ante este panorama para que las autoridades electorales hagan las investigaciones pertinentes y se determine si estamos ante posibles casos de trashumancia».
Si bien esta subregión presenta la tercera mejor economía del departamento, solo superada por el valle de Aburrá y el Oriente, es la segunda con el peor índice de calidad de vida, según un estudio de la Cámara de Comercio de Medellín. En la región, las necesidades básicas insatisfechas llegan al 44,86 por ciento. Por eso sus habitantes piden un cambio político de inmediato.
Así se están haciendo las campañas
José Antonio López Bula, quien fue alcalde de Apartadó en los años 90 y pagó cárcel por una masacre de la que no participó, volvió al país luego de más de 20 años de exilio en Suiza. A su vuelta decidió aspirar de nuevo a la alcaldía de este municipio del Urabá antioqueño.
“La campaña la hemos vivido en relativa tranquilidad, sin amenazas ni agresiones. Hemos podido entrar a todos los territorios sin problema. Una de las cosas en que ha avanzado la región es en la violencia política, ya no existe si comparamos con la década del 90, cuando fui alcalde”, señaló el candidato.
En la puja por la alcaldía de Apartadó hay otros tres candidatos: Felipe Cañizales, de Avancemos Juntos; Emilson Mosquera, del Partido de Reivindicación Étnica y Héctor Rangel Rodríguez, de Apartadó, Ciudad sostenible.
Por su parte, Esneda López, líder de la Unión Patriótica (UP) en Urabá, advirtió que sus candidatos tampoco han recibido amenazas. Sin embargo, denunció que algunas campañas están “sacándose los ojos” entre ellas.
“Nosotros estamos yendo casa a casa con los aspirantes. En algunas partes nos dicen guerrilleros, seguimos siendo los malos del paseo a pesar del genocidio que vivimos”, dijo López. La mujer, además, expresó que en Apartadó hay campañas que se están moviendo con maquinaria: haciendo caravanas y regalando miles de camisetas. La líder, sin embargo, se abstuvo de dar nombres.
En Carepa, dice Aída Jiménez, candidata a la alcaldía por el partido Alianza Verde, la campaña se ha llevado en tranquilidad. No obstante, denuncia lo mismo que López: guerra sucia y disputas entre candidatos. Por su parte, dice, no ha tenido problemas de seguridad ni amenazas.
Solo una vez, en una zona rural, le pidieron que se retirara el casco para que la pudieran identificar. La zona, al parecer, tenía presencia de grupos ilegales. En ese municipio hay 11 candidatos para ocupar el despacho municipal.
«Nosotros estamos yendo casa a casa con los aspirantes. En algunas partes nos dicen guerrilleros, seguimos siendo los malos del paseo a pesar del genocidio que vivimos.»
Agustín Palacios, candidato a la alcaldía de Chigorodó por el partido ASI, expresó que tampoco ha tenido problemas de seguridad ni amenazas. Dijo que no tiene conocimiento de que el ‘clan del Golfo’ esté tratando de incidir en las elecciones. “Más allá de la seguridad, acá tenemos graves problemas de educación y de salud; un déficit de 45.000 millones de pesos y falta de oportunidades para los jóvenes”, denucnió.
Además de la suya, hay otras cuatro candidaturas que quieren llegar a la alcaldía. Uno de los aspirantes, Édgar Payares, recibió medida de aseguramiento en el lugar de domicilio esta semana. Según la Fiscalía, el hombre se habría apropiado de dineros públicos destinados al transporte infantil cuando fue alcalde entre 2012 y 2015.El uribismo contra la izquierda
Un fenómeno llamativo sucedió en las pasadas elecciones presidenciales. En la segunda vuelta, Gustavo Petro apenas logró ganar en 5 de los 125 municipios del departamento. Dentro de ese pequeño grupo, 4 están en Urabá: Chigorodó, Apartadó, Murindó y Vigía del Fuerte. Esto, creen desde Colombia Humana, puede darle un gran impulso a sus candidatos en la región.
López, la líder de la Unión Patriótica, opina que la izquierda ha ganado reconocimiento en el territorio. “Podemos dar la sorpresa. Acá están todos los partidos políticos tradicionales pero nosotros como Colombia Humana-UP estamos callados trabajando”, anotó.
Horacio Arroyave, director del Centro Democrático en Antioquia, dijo que el uribismo se presentará con cinco candidatos propios a las alcaldías de Mutatá, Chigorodó, Carepa, Turbo, San Pedro de Urabá, San Juan de Urabá y Arboletes.
Según el líder político, la elección de los aspirantes se hizo con el beneplácito del expresidente Álvaro Uribe. “La región es de mucho interés para nosotros. Sin embargo, no hemos logrado consolidar corporaciones públicas y apenas pocas alcaldías”, sentenció.