Tres horas de lluvias les significaron destrozos a comerciantes, campesinos y dueños de viviendas.
Las calles se convirtieron en ríos, causaron inundaciones y daños que dejaron pérdidas millonarias.
Las precipitaciones también afectaron viviendas, centros médicos y cultivos en la zona rural.
“Se metió el agua y fue mucha la mercancía que perdimos anoche, pero aquí estamos de nuevo hoy, más o menos diez millones de pesos se perdieron en mercancía, que se dañó porque hay mucho barro”, dijo el comerciante William Ospina.
Las autoridades adelantan un balance sobre los afectados en esta emergencia.