Un grupo de ciudadanos señala que es la revocatoria de los perdedores.
El Fuerte liderazgo del alcalde Felipe Cañizalez, tiene a un pequeño grupo de políticos de Apartado contra las cuerdas y desesperados por no perder vigencia.
En el 2020 si algo quedó claro en Urabá es que Apartadó acertó al elegir a Cañizalez y esa buena elección le sirvió a la región para hacer una excelente gestión de la pandemia.
El Alcalde Felipe logró articular a distintos sectores e incluso al concejo municipal en pleno a favor de su gestión. Hecho que molestó a un pequeño sector de sus contrincantes, liderado por Eliecer Arteaga que motivó la creación de una estrategia de falsa revocatoria para intentar afectar la buena imagen que tiene Cañizalez en Urabá.
Arteaga utilizando recursos de Futuraseo contrató a un político desconocido de apellido Jimenez, que vive en Itagüi y que apoyado por la familia del rector Cirilo Mena, crearon página y perfiles falsos para con falsas acusaciones intentar desorientar a la opinión pública.
Arteaga y Jimenez han intentado involucrar a otros líderes a su cometido, pero todos se han negado y se han quedado solos, respaldados por Hortensia Castro,que no tiene credibilidad, pero publica todas las informaciones falsas y por los ex concejales quemados en las elecciones pasadas Widerman Cárdenas y Carlos Betancur, del equipo primario de Arteaga.
Cómo ésta estrategia no les ha funcionado, ahora el veneno lo dirigen a la familia de Cañizalez, tratando de generar dudas entorno a su honorabilidad.
Jimenez, inicialmente intentó extorsionar a personas cercanas a la administración presionando por contratos, pero al no recibir respuesta decidió aliarse con Arteaga.
En las elecciones pasadas a alcaldía de Apartadó, el señor Jimenez hizo intento frustrado por ser candidato pero su candidatura nunca despegó. Al final terminó exigiendo 10 millones de pesos para respaldar a Cañizalez, éste no lo recibió y posteriormente fue presentado en la campaña de Héctor Rangel.
Lo cierto es que Arteaga y Jimenez no han tenido eco; han invitado a políticos como Osvaldo Cuadrado, Phidalgo Banguero y Gonzalo Giraldo, a formar parte del asunto, pero estos rotundamente han dicho que no, entre otras cosas porque lo ven descabellado y además Cañizalez goza de muy buena imagen.
Ahora muestran como un triunfo que la Registraduría haya avalado el inicio de la falsa revocatoria, pero no le dicen a la gente que cualquier ciudadano del país, puede solicitar ese proceso y la Registraduria está obligada a avalarlo. Es como cuando un mal candidato solicita ser inscrito para aspirar, lo tienen que inscribir, sin importar que no esté preparado o no tenga opción.
Si algo ha llamado la atención en la última semana es que las publicaciones en contra de Cañizalez a través de páginas falsas, son promocionadas para que las vean en Medellín y en Bogotá. Es decir la estrategia es afectar la imagen del alcalde, para que no le sigan aprobando recursos.
En conclusión, Arteaga y su equipo saben que en Apartadó una revocatoria no prospera y mucho menos con la imagen positiva que tiene Cañizalez, pero se la juegan a fondo para no perder vigencia y para tratar de bloquearle las gestiones ante el gobierno nacional.
Una fuente confiable dijo a este medio que por otro lado está Hector Rangel, que al estar enemistado con Arteaga no asiste a las reuniones clandestinas, pero envía un par de emisarios, lo que genera confusión frente a su postura.
En la historia del país, las revocatorias nunca han prosperado, excepto en Tasco Boyacá, un municipio muy pequeña en donde la votación no alcanza los 4.000 votos.
Actualmente se surten procesos revocatorios en las principales ciudades del país, Bogotá, Medellín, Cali, Cartagena y Bucaramanga.
En el caso de Apartadó es ya claro que se trata de políticos que no han superado el trago amargo de la fuerte derrota en las pasadas elecciones, en donde Cañizalez les ganó por 10mil votos de diferencia.