Luego de varios días de tener atemorizada a la población del Chocó, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) levantó el paro armado que desarrollaba en ese departamento, con lo que la población podrá pasar unas fiestas de fin de año en paz.
La información la confirmó el presidente Gustavo Petro a través de su cuenta de Twitter. “Fue levantado el paro armado en los ríos San Juan y Calima. La Fuerza Pública estará apoyando a la población civil del Chocó y el Valle con acciones humanitarias”, manifestó el mandatario en la red social.
La situación generada por la organización armada ilegal en esta parte del país había provocado el confinamiento de más de 30.000 personas en cinco municipios del Pacífico, lo que desencadenó una dramática situación humanitaria y de derechos humanos.
El paro armado del ELN estuvo vigente desde las seis de la tarde del pasado jueves 15 de diciembre y se espera que finalice en las próximas horas. Desde que la acción armada comenzó, la movilidad de las comunidades indígenas y afrodescendientes en Nóvita, Litoral de San Juan, Sipí, Medio San Juan e Istmina se paralizó.
El hecho se atribuye al Frente Occidental Omar Gómez, del ELN, el cual está bajo el mando de alias Santiago, quien ordenó acorralar a las poblaciones para llamar la atención del Gobierno nacional y enviar mensajes internos a la organización que está negociando su transición hacia la legalidad.
En un comunicado, este grupo ilegal informó que los civiles no podían moverse por los ríos San Juan y Calima, principales terminales fluviales, hasta nueva orden. Todo aquel que incumpliera el mandato, tendría que enfrentarse a acciones violentas, lo que generó temor en la población de esta parte del Pacífico.
La Iglesia Católica y la Defensoría del Pueblo denunciaron que los derechos fundamentales de los pobladores de esta región estaban siendo vulnerados. Las personas tomaron la decisión de no salir a recolectar alimentos ni a pescar porque les daba terror encontrarse con los guerrilleros.