En asamblea general realizada el pasado 29 de agosto en Apartadó, cerca de 16 mil obreros de la agroindustria del banano de Urabá, afiliados a Sintrainagro –el 99% del total de trabajadores bananeros en la región– decidieron ir a la huelga si la negociación que el sindicato adelanta con los productores continúa sin avances.
La fecha límite, la hora cero de la huelga (ratificada el 31 de agosto por la asamblea nacional de delegados sindicales) es el 12 de septiembre a las 12 de la noche. Esto si antes no hay un arreglo en la mesa de negociaciones, que es a lo que aspira el sindicato. La asamblea de delegados también nombró el Comité de Huelga, para el caso de que ésta no logre conjurarse.
“El interés de los trabajadores y el sindicato no es desatar un conflicto laboral en Urabá. El interés de la organización es buscar un acuerdo que satisfaga las necesidades y aspiraciones de los trabajadores. Por ley tenemos hasta el 12 de septiembre para llegar a un arreglo, o sino la huelga. Pero esperamos que no sea necesario llegar a esa situación”, dijo Guillermo Rivera Zapata, presidente nacional de Sintrainagro.
Con él coincidió Benjamín Rojas Chamorro, miembro de la Junta Directiva, quien señaló: “Nadie trabaja por una huelga, porque todos sabemos las consecuencias graves que tiene para los trabajadores, el empresariado, para la región y el proceso de diálogo social que hemos implementado durante años, y que nos ha permitido los últimos acuerdos. Aspiramos a que en esta ocasión también nos permita superar el conflicto”, anotó.
Por su parte Néver Ortiz, integrante de la Comisión Laboral, dijo que son 21 los puntos del pliego petitorio que se negocian con los empresarios bananeros, y manifestó su esperanza de que éstos tengan la voluntad para resolverlos, pues aún hay puntos importantes en discusión. Aparte de los temas económicos y de los beneficios, mencionó asuntos relacionados con condiciones de trabajo, como las altas densidades, los riegos de lavado, la entrada y salida de las fincas de los corteros, entre otros.
Y Jair Pérez, delegado de la finca Esperanza, justificó la decisión de votar la huelga como una necesidad de los trabajadores ante la falta de voluntad de los empresarios para avanzar en la negociación. “Necesitamos mejores condiciones de vida para nosotros y nuestras familias, y seguir adelante en el proceso de diálogo constructivo”, indicó.
Es de anotar que Sintrainagro es el único sindicato del país que negocia por rama de industria en el sector privado, en el que este tipo de negociación no está permitido. Sintrainagro va más allá y negocia con 85 empresas en un total de 275 fincas productoras de banano, cada una con su propia convención colectiva. Lo que obliga a que cada acuerdo debe vaciarse completo a la convención colectiva de cada finca.
Esto lo viene haciendo Sintrainagro desde 1993, gracias a un proceso de diálogo social que inició con el empresariado bananero, en una época de gran conflictividad laboral y de simple supervivencia, porque los asesinatos de sindicalistas eran pan de cada día. Un diálogo que pese a las dificultades, como la que se presenta en la actual coyuntura, ambas partes quieren mantenerlo, ya que les ha dado buenos resultados.