El presidente Iván Duque lideró un Consejo de Seguridad en Carepa, Antioquia, después de que el Clan del Golfo diera por terminado su paro armado. De acuerdo con él, este grupo ha recibido los golpes más fuertes desde que nació como estructura.
El plan a seguir del Gobierno y la fuerza pública es perseguir las propiedades de los hombres fuertes de dicho grupo armado, mientras se intensifica su búsqueda en todo el país.
De hecho, dio detalles sobre el bloque para dar con los integrantes de lo que llama “reductos” del Clan del Golfo, pese al poder que este grupo ha demostrado. Este incluirá más de 700 hombres de la Policía Nacional y 720 del Ejército Nacional, desde Necoclí y Carepa. La estrategia también incluirá 15 fiscales.
Con esto en cuenta, anunció extinción de dominio de todos los bienes de los cabecillas de ese grupo y ratificó la recompensa para cualquier persona que informe sobre el paradero de los otros cabecillas.
Según lo anunció el ministro de Defensa, Diego Molano, días atrás, esta asciende a $5.000 millones de pesos a quien de información al respecto.
“Hay 16 personas más del Clan del Golfo listas para extradición y las vamos a extraditar (…) Van a ver el despliegue que nunca han visto en contra de esa estructura”, sostuvo, para después agregar que “nadie va a poder con el Estado colombiano”.
El mandatario prometió fortalecimiento de las capacidades en lucha contra la extorsión, así como la protección, el abastecimiento y la seguridad de los ciudadanos.
El saldo de afectaciones después de los hostigamientos que comenzaron el pasado 5 de mayo –jueves, un día después de la extradición de alias Otoniel a Estados Unidos– es de más 184 vehículos quemados en varios departamentos, así como un saldo de al menos tres personas asesinadas.