Líderes del Chocó aseguraron que la denuncia sobre el colapso del acueducto en Belén de Bajirá se da con el ánimo de volver avivar la pelea limítrofe entre Antioquia y Chocó, que lleva 17 años.
Eso es tras dos meses de que el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (Igac) ubicara a ese territorio en el nuevo mapa del Chocó, luego de tener, durante años, límites dudosos entre Mutatá (Antioquia) y Riosucio (Chocó).
Henry Chaverra, líder de Prodefensa Chocó, dijo que esa denuncia, que además es sin fundamento porque es vieja, se da faltando poco tiempo para que el Gobierno nacional entregue los estudios para construir el plan maestro de aguas y alcantarillado.
“El acueducto no colapsó ayer, así viene hace 20 años porque se trata de un alcantarillado obsoleto, que se construyó cuando Belén de Bajirá tenía 30 viviendas, hoy hay 16.000 habitantes y no da abasto”, aseguró Chaverra.
El líder explicó que la ola invernal ha causado que haya malos olores, pero que eso pasa año tras año. “Antioquia que hablaba tanto de inversión no ha hecho nada, ahí está la muestra con el precario alcantarillado que tenemos, pero ahora lo claro es que todas las emergencias las cubrirá Chocó y el Gobierno nacional”, recalcó.
En lo que coincidió Antonio Andrade, habitante de Belén de Bajirá: “El alto Gobierno se comprometió con estudios y diseños para el acueducto y alcantarillado, lo que queda es que se ejecute, esperamos que este año se logre”, dijo.
Andrade contó que desde hace muchos años tienen el mismo problema y que las obras se paralizaron con la disputa limítrofe entre Antioquia y Chocó.
Entre tanto, el secretario de Gobierno de Mutátá, Richard Guevara Soto, explicó que “Belén de Bajirá necesita la intervención urgente de la Nación, porque ni Mutatá ni Riosucio tienen recursos para solucionar el problema de alcantarillado, que se acumuló por años porque los barrios crecieron sin planeación, sin alcantarillados ni agua potable.
“La gobernación de Antioquia y la Alcaldía de Mutatá deberán decretar la emergencia sanitaria antes de que se registren epidemias y enfermedades”, concluyó.
El corregimiento tiene calles sin pavimentar, inundadas de lodo y de aguas retenidas. Los habitantes necesitan un hospital de segundo nivel y una mejor calidad de vida, las necesidades básicas insatisfechas alcanzan el 83 por ciento y el analfabetismo, el 33 por ciento, según el Dane.
El atraso se lo atribuyen los pobladores a la disputa que se inició en el 2000, cuando la Gobernación del Chocó solicitó el corregimiento mediante la ordenanza 47 del 19 de junio de 2000, para convertirlo en municipio.
Vía Eltiempo