Urabá - 17 agosto, 2019

Después de mas de dos años en la cárcel lo declararon inocente

Por Noticias Urabá

Darío Romaña de 62 años de edad, nativo de Turbo, ha estado gran parte de su vida en la vereda Loma Verde de Apartadó. Estuvo dos años y medio en la Cárcel Villa Inés como presunto responsable del delito de abuso sexual contra una menor de 14 años, pero hace más de un mes un juez lo encontró inocente y lo dejó en libertad.

Romaña recordó que el 28 de abril de 2017, cultivaba yuca, maíz y arroz en la vereda Loma Verde de Apartadó, empacó alimentos y se fue a su casa en la misma vereda: «Yo vivía solo, prendí el fogón de leña para hacer un tinto, llegaron cuatro niñas y dos niños pequeños, los menores por cariño me decían tío, tenía comida y les brindé, hubo un problema por una carne de pollo entre dos niñas, una de ellas empezó a llorar y los saqué a todos de la casa».

El hombre narró que minutos más tarde llegó la abuela de la niña que había salido llorando y lo señaló de haberla violado: «Me decía que yo la había acostado en la cama y la había abusado, ella empezó a gritar y decir que yo era un violador, la comunidad empezó a darme golpes, me decían de todo, me apuñalaron en la rodilla, derramé mucha sangre por la boca y nariz».

La Policía lo trasladó al hospital de Apartadó y horas más tarde fue judicializado, le hicieron tres audiencias y un juez lo envío a la Cárcel Villa Inés de Apartadó: «Los primeros meses fueron muy duros, lloraba y aún lloro porque fue algo injusto conmigo, fueron muchos días de sufrimiento, desde entonces me entregué a Dios, me aferré a Él, nunca perdí la fe», indicó Darío.

Nunca aceptó cargos, fue llevado en tres ocasiones ante un Juez de Apartadó: «Me decían que me declarara culpable, pero les decía que no podía hacerlo, que en ningún momento hice ese daño a la menor. Tengo entendido que la niña estuvo con psicólogos y otros profesionales».

El 9 de julio de este año fue dejado en libertad al probarse que la niña no fue violada: «Sentí una alegría grande, pero mi corazón lloraba porque no merecía eso, sigo trabajando en el campo, no tengo problemas con la justicia, a las personas que me hicieron este daño las perdono y que busquen de Dios».