Miles de extranjeros indocumentados son dejados a su suerte cuando llegan a territorio colombiano.
Cabo Tiburón es un sector costero que divide la frontera entre Colombia y Panamá, uno de los lugares más exóticos de la Serranía del Darién, pero también una ruta de tráfico de personas.
‘Los coyotes’ que a diario engañan a migrantes que sueñan con cruzar la frontera con Centroamérica para cumplir su sueño de llegar a Estados Unidos.
“Personas inescrupulosas que engañan a estos migrantes por un valor de 2.500 dólares. Los pasan a sectores y playas entre Acandí y La Miel donde los dejan abandonados”, aseguró el coronel Gerzon Fajardo, comandante departamento Policía de Urabá.
Este drama lo vivió una pareja cubana que junto a su hijo de 2 años fueron abandonados a su suerte, sin comida y agua potable en este inhóspito sector del país.
“‘Coyotes’ los transportaron en unas lanchas y los dejaron abandonados en las playas de Cabo Tiburón. En ese sector les dañaron el celular y prácticamente les quitaron toda su plata”, añadió el coronel Fajardo.
Tras tres días de largas caminatas en lo profundo de la selva, y cuando la esperanza de salir con vida se agotaba, una patrulla de la Policía colombiana los avistó en medio de un operativo de vigilancia.
La familia cubana presentaba un alto grado de insolación, deshidratación y graves lesiones en sus pies por las largas caminatas que sostuvieron durante tres largas noches en medio de la selva en busca de ayuda.
Los ciudadanos cubanos fueron trasladados a Capurganá donde recibieron alimentación y atención médica.
A pesar de que no pudieron cumplir su sueño de llegar a Estados Unidos agradecen el hecho se estar con vida.
