Mientras la Gobernación defiende su gestión, otros denuncian un retraso en el cronograma.
Un año después que la Asamblea Departamental dejara en firme la ordenanza que obligó al departamento a trasladar la cabecera municipal de Murindó a una zona más segura, la Gobernación de Antioquia aún no culmina la fase de diseños de ese proyecto.
Murindó es un municipio del Urabá antioquieño, cercano a la zona limítrofe con el departamento de Chocó, que el 17 de octubre de 1992 fue devastado por un terremoto de 6,6 grados en la escala de Richter y dejó destruidos la iglesia, la alcaldía, el hospital y centenares de viviendas.
Esa tragedia, sumada a las constantes amenazas de avalanchas que generaban los represamientos del río Murindó, obligó al departamento a reubicar el pueblo a un sitio conocido como El Guamal, donde el río Murindó desemboca en el Atrato. Allí se ubica actualmente.
Desde los diseños de aquel traslado se sabía que las inundaciones serían un problema constante, por lo que la Gobernación se comprometió a construir un conjunto de obras de contención que se fueron aplazando con el paso de los años y nunca se hicieron. Desde entonces el pueblo quedó condenado a vivir bajo el agua y relegó su vocación agrícola y ganadera.
Bajo ese contexto y dos décadas después del traslado, la Asamblea Departamental aprobó la Ordenanza 03 del 16 de marzo de 2018, en la que ordenó trasladar otra vez la cabecera municipal.
Luego de la Ordenanza, la Gobernación emitió un conjunto de decretos y firmó un convenio con la Universidad Nacional para estudiar el sitio ideal para el traslado.
Aquel convenio, que contempla cuatro fases, solo presenta avances en las dos primeras, en los que se determinará el lugar definitivo del traslado y varios ajustes en el ordenamiento territorial de Murindó.
Ambas fases comenzaron a ejecutarse el 7 de mayo de este año, con la firma de un convenio por 819 millones de pesos, que estableció el 30 de noviembre como fecha límite para terminar los estudios.
Jhon Jairo Estrada, asesor del despacho del gobernador que gerencia el traslado, dijo que el departamento contempla cuatro componentes principales: la intervención del río Murindó, la construcción de una vía de acceso, el mejoramiento del acueducto y el alcantarillado y un proyecto de interconexión eléctrica para el municipio.
Sin embargo, de esos componentes, el único que comenzó obras fue el de la vía de acceso, que tiene seis kilómetros construidos.