“Un ‘mico en la ley’ que creó el departamento de Caldas, fue la causante para que los antioqueños se quedaran con esta región en 1905”
Los dominios de Antioquia sobre el Darién en el siglo XIX fueron efímeros. Fue a partir de la Constitución de 1886, que se le abrieron las posibilidades de tener dominios sobre los territorios de la banda oriental del Atrato hasta el golfo de Urabá.
Para lograrlo su apuesta política fue apoyar la desintegración del Gran Cauca con las creaciones de nuevas divisiones políticas a partir del siglo XX. La separación de Panamá fue un hecho político que jugó un papel determinante para los sueños antioqueños, debido a que desató un cisma político y generó profundos temores que el Gran Cauca siguiera el mismo camino del istmo. En una virtual separación del Gran Cauca, el país perdía otra región estratégica como el Chocó por donde se podía construir otro canal interoceánico. En efecto, los antioqueños no querían quedarse sin tener incidencias directas en dos proyectos tan estratégicos para el desarrollo del país: la construcción de un canal interoceánico y el paso del Ferrocarril Interamericano (la Carretera Panamericana).
En consecuencia, su apuesta fue la desintegración territorial del Gran Cauca y los líderes de ese movimiento en Antioquia fueron Pedro Nel Ospina, Clodomiro Moreno, Luis Cano y Rafael Uribe Uribe, entre otros, quienes a través de las Juntas de Reconciliación Política propusieron al gobierno de Rafael Reyes (1904-1909), una nueva división política en el país.
De allí que el propósito de la reforma territorial del gobierno de Reyes fue acabar con las divisiones políticas heredadas del siglo XIX y diezmar los poderes políticos y militares de los caudillos después de la Guerra de los Mil Días. El acta de defunción del Gran Cauca fue la creación del departamento de Nariño en 1904 y la Intendencia del Chocó en 1905.
La jugada política de los líderes antioqueños, en cabeza de Uribe Uribe, fue iniciar a promover el desarrollo de la región con la apertura del camino Urrao- Frontino-Atrato, que revivía el sueño antioqueño de monopolizar las rutas comerciales del Atrato, cuyo el fin era tener participación en el comercio que se generaría con la construcción del Canal de Panamá y el Ferrocarril Interamericano.
Además de los repartos de tierras, las explotaciones de madera, tagua e ipecacuana, las concesiones mineras y el control de la supremacía comercial de Antioquia en el Chocó. Por lo tanto, la llave maestra para consolidar el sueño fue apoyar la separación del Chocó y la creación del departamento de Caldas. Sus creaciones fueron un proceso de negociación entre los líderes políticos antioqueños y el presidente Reyes, donde Antioquia cedió la provincia del Sur (Manizales) para que con las caucanas de Marmato y Riosucio, se conformara el departamento de Caldas, pero en compensación recibió el territorio de la banda oriental del Atrato hasta el golfo de Urabá.
Fue por eso que mediante un mico en el artículo cuarto de la ley que creó a Caldas, dice: “La banda oriental del río Atrato quedará comprendida dentro del departamento de Antioquia desde el nacimiento del río Arquia hasta la desembocadura en el Atrato y desde este punto toda la ribera oriental del Atrato hasta una línea imaginaria que divide al golfo de Urabá por el centro del brazo occidental”.
El proceso fue tan bien orquestado que el Chocó perdió aquel territorio antes que entrara a funcionar administrativamente el ente intendencial. De hecho, con aquella segregación inició un proceso sistemático de desmembración del Chocó por parte de sus vecinos. De manera que tanto antioqueños como caldenses aprovecharon las reformas territoriales del gobierno de Reyes para pedir la anexión del Chocó. Los caldenses aspiraron tener dominios en la costa Pacífica chocoana y los antioqueños tener costas en los dos mares.
La división política de Reyes que en 1908 creó 32 nuevos departamentos fue lesiva para la unidad territorial del Chocó, debido a que al departamento de Santa Fe de Antioquia fue anexado el municipio de Riosucio, al departamento de Jericó, el Carmen del Atrato y al departamento de Buga, las poblaciones de Versalles, Cajamarca, Argelia, Villa Nueva, Silveria y El Silencio.
Después de su caída de Reyes, se suprimió aquella división política y se ordenó el restablecimiento del ordenamiento territorial que había en 1905. Al Chocó fueron reincorporados los municipios de Riosucio y Carmen de Atrato, pero las poblaciones de Versalles, Cajamarca, Argelia, Villa Nueva, Silveria y El Silencio, pasaron a formar la provincia de Roldanillo en el departamento del Valle. Allí comenzó la segunda etapa de la desmembración sistemática del Chocó.