Líderes sociales de la comunidad de paz de San José de Apartadó, celebraron la decisión de la Justicia Especial Para la Paz de declarar delito de lesa humanidad y de guerra la masacre de ocho personas el 5 de febrero del 2005, entre ellos un joven y tres menores de edad.
Jesús María Cataño, líder social, explicó que para esta comunidad es importantísimo que se conozca la verdad y se responsabilice a los perpetradores, quienes serían miembros del Ejército Nacional y grupos paramilitares.
“Eso genera que las se tenga que compensar a las victimas e investigar a los responsables hasta las últimas consecuencias, eso es lo correcto. Porque siempre rechazamos cualquier hecho de violencia contra los campesinos y cualquier persona”, aseguró el señor Cataño.
Con esta decisión, los hechos ocurridos hace 17 años no prescriben y las investigaciones se mantendrán abiertas.