La colombiana Caterine Ibargüen, con 14,73 metros, logró la medalla de bronce en la final del salto triple del Mundial de Atletismo de Doha, Catar, que dominó la venezolana, Yulimar Rojas, con marca de 15,37 metros, la plata quedó para la jamaiquina Shanieka Ricketts, con 14,92 m.
Ibargüen marcó 14,16 metros en su primer intento, en el que no se sintió cómoda.
El segundo intento fue nulo y ahí fue donde Rojas metió presión con 15,37 m.
La tercera oportunidad para la colombiana logró una registro de 14,40 metros y clasificó a los últimos tres intentos, pero en la octava casilla.
Y en el cuarto salto, consiguió una marca de 14,46 metros, lejos de sus mejores registros. En el quinto brinco logró 14,73 metros y se metió en la pelea por las medallas.
La última opción para la colombiana, el sexto intento, Ibargüen consiguió 14,47 m, para el tercer puesto.
Caterine Ibargüen venía de una recuperación de la fascitis plantar, que la viene aquejando en los últimos meses y que no la ha dejado entrenar de la mejor manera.
La colombiana venía de conseguir medallas en los últimos cuatro certámenes de esta clase.
Fue bronce en Daegu, Corea, en el 2011, logró dos oros consecutivos en los mundiales de Moscú 2013 y Pekín 2015, mientras que en Londres 2017 fue plata, cuando la derrotó Rojas.
En esta temporada, Ibargüen ganó el salto triple en el GP que llevó su nombre en Barranquilla con 14 m 38 cen, y clasificó a Olímpicos de Tokio 2020.
Luego, se impuso en la válida de Oslo, Noruega, de la Liga de Diamante con 14,79 m. Ganó el salto triple en Lausana, Suiza, con 14,89 y fue sexta en la válida de Mónaco de salto triple con 14,33 m.