Los constantes represamientos de cientos de migrantes en los municipios de Necoclí y Turbo parecen no tener una solución cercana. Aunque el paso por mar volvió a abrirse temporalmente este fin de semana, la comunidad de Capurganá, en Chocó, asegura que el Gobierno Nacional aún no toma medidas de fondo.
Cálculos extraoficiales arrojaban un estimado de 1.300 migrantes represados en los municipios de Turbo y Necoclí para este viernes en la mañana. La Alcaldía de Necoclí calculó un aproximado de 700 migrantes en las playas de su municipio. Varias fuentes en terreno, le confirmaron a este diario que la venta de tiquetes se reactivó desde ayer, para que este fin de semana pudieran pasar los migrantes con salvoconducto.
Cabe recordar que los represamientos comenzaron el pasado 31 de enero, cuando los lancheros de la frontera Caribe con Panamá se negaron a seguir prestando su servicio hasta que no se establecieran protocolos y normas claras por parte del Gobierno para regular la migración.
Hasta el momento no hay una respuesta de fondo por parte de la Cancillería
El cese de actividades se debe a que muchos de ellos no están de acuerdo con que varios de sus compañeros fueran detenidos en Colombia y Panamá acusados de ser coyotes. Denuncian que la normatividad vigente y la gestión de las autoridades migratorias los ha sumido en la incertidumbre, ya que no saben cuando están cumpliendo la ley y cuando no.
“Hasta el momento no hay una respuesta de fondo por parte de la Cancillería, ni del gobierno colombiano. No entendemos cómo es posible que la frontera con Venezuela y con Ecuador si se atiendan, pero la frontera con Panamá la tengan olvidada. Nosotros también somos Colombia”, dijo Emigdio Pertuz Buendía, representante de Cocomanorte, una de las organizaciones que lidera los reclamos.
Cocomanorte dirigió ayer un comunicado al canciller Carlos Holmes Trujillo pidiéndole hacer presencia en Capurganá. Su petición es poder ser escuchados, para acordar planes de trabajo que permitan garantizar los derechos de los migrantes y poner fin a la incertidumbre de los transportadores.