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Capurganá apuesta a el reciclaje para salir de la emergencia sanitaria

Capurganá es un corregimiento del municipio de Acandí en el departamento del Chocó. Su actividad económica principal es el turismo, de esa actividad derivan su sustento cientos de personas que participan de la cadena.

Este caserío de unas dos mil personas aproximadamente tuvo una época negra al principio del año 2022 por cuenta de una emergencia sanitaria ocasionada por la acumulación de basuras.

Esa problemática que en su momento ocasionó graves perjuicios para la economía local por la disminución de turistas por cuenta de esta situación que ya hace parte del pasado. La comunidad se concentró en atacar la problemática y encontraron en el reciclaje una solución, transitoria, ya que aún no cuentan con los recursos necesarios para potenciar la iniciativa.

Según las personas encargadas de la recolección de basuras desde que comenzaron con la campaña de reciclaje ha disminuido hasta en un 80%.

“Ya la gente está más consciente y estamos reciclando bastante, anteriormente sacamos por ahí 8 o 10 viajes de basura y hoy estamos sacando diariamente un viaje y medio porque estamos sacando más reciclaje, diariamente estamos sacando unos 10 motocarros”, dijo Josefina Ramos, gerente encargada de Jasepca, empresa comunitaria de acueducto y recolectora de la basura.

La estrategia para incentivar a los comerciantes y la misma comunidad se hace de casa en casa y con perifoneo indicando que se puede separar y reutilizar, concientizando a las personas de la necesidad de disminuir la cantidad de basura.

“Estamos esperando a que la alcaldía nos entregue el carro recolector, porque con ese vehículo es más rápido porque el motocarro actual no da abasto para traer todo el reciclaje”, contó Cristian Manjarréz, recolector de reciclaje en Capurganá

Debido al poco personal para recolectar, distribuir y empacar el reciclaje los comerciantes del caserío donan días de trabajo, es decir, un día uno de los empleados es enviado a la planta a apoyar en las labores, pero hay otros que son voluntarios.

“Lo que necesitamos aquí es mano de obra, el apoyo de la alcaldía, el apoyo del comercio, el apoyo de mucha gente que venga y nos ayude, porque la verdad es que la empresa no tiene cómo pagarle a más empleados, por ejemplo, para la separación necesitamos cinco personas en esa labor”, recalcó Nery Luz Hoyos, voluntaria.

Aunque la labor es importante para evitar otra emergencia sanitaria, los trabajadores requieren otro apoyo, sobre todo en las capacitaciones al personal para optimizar y separar mejor el material reutilizable.

“La verdad si nos hace falta mucha más capacitación porque si hay mucha variedad de pastas y diferentes variedades de material pet, entonces uno hace aquí hasta donde le dé y hasta donde uno sabe”, Rubiela Calvo, jefe de planta de reciclaje.

La labor se hace más difícil porque no cuentan con el personal necesario ni los recursos económicos para optimizar el trabajo y aumentar la producción de reciclaje, ya que las máquinas que se utilizan están malas y eso que fueron donadas por la empresa privada.

“Tenemos dos máquinas y una se nos dañó, la compactadora, entonces, estamos sacando cuanto más se pueda y son muy pocos los recursos. No tenemos una lancha que diga que vamos a llevar el reciclaje hasta Turbo. Nos toca pagar los viajes de la lancha, nos toca pagar quien embarque, entonces no es mucho lo que nos está quedando”, agregó Josefina Ramos, gerente encargada de la empresa Jasepca.

Incentivo para niños que reciclen

Pero el trabajo de concientización está yendo más allá en esta comunidad y es involucrar a los más pequeños a reciclar y aportar en este trabajo. Es el caso del programa “Ambiente Cine”, iniciativa que pretende que los menores aprendan a separar adecuadamente los residuos y luego podrán ver una película, Luis Fernando Martínez, líder nativo comunitario y turístico explicó de qué se trata esta estrategia.

“Es lograr que los niños vean películas y que la entrada la paguen con material reciclable, entonces, eso inmediatamente impactaría, porque en ese espacio de esparcimiento podemos seguirles hablando del cuidado del medio ambiente”, explicó el también comerciante.

Recorrer las calles de este agradable y caluroso caserío deja ver una organización en su infraestructura turística porque cuenta con cerca de 100 hoteles y que por cuenta de la emergencia sanitaria su economía se vio afectada hasta en un 90%, pero que con trabajo y mucha unión hoy tratan de convencer a los turistas que la situación está siendo superada, aunque falta mucho, no es que estén nadando en la basura.

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