La Policía Nacional de Colombia continúa con su estrategia para golpear a la cúpula del Clan del Golfo en el Urabá antioqueño. Fruto de esa gran labor de investigación, los agentes consiguieron detener a Antonio Ballesteros, alias Toño, a quien consideran persona de la máxima confianza de alias Chiquito Malo, nuevo jefe de la organización tras la caída de Dairo Antonio Úsuga, Otoniel.
La detención se produjo tras arduas labores de investigación que detectaron al sospechoso con una tapadera de supuesto comerciante en el área urabeña. Un juez de Texas (Estados Unidos) le solicita en extradición por delitos de narcotráfico internacional a gran escala y concierto para delinquir, por lo que Colombia inicia el proceso para ponerle en manos de la DEA para su traslado a Norteamérica.