La versión de Benito Molina como promotor del despojo paramilitar de Córdoba y Urabá coincide con otras de la Justicia Especial de Paz en decir que el comienzo de todo fue la visión estratégica de Álvaro Uribe durante su gobernación en Antioquia.
El plan que Molina asegura haber organizado con Carlos Castaño, el Ejército y el Gobierno central de la época tenía como propósito, según su declaración, apoyar lo que ellos llaman el “esfuerzo militar” de Castaño, que en realidad se trataba de matar campesinos desarmados o robarles la tierra.