A la 1:00 de la tarde de este primero de septiembre, los obreros bananeros del Campo Experimental de Investigaciones Ramiro Jaramillo de Augura, cortaron el banano que comería el Papa Francisco y los feligreses durante la visita a Colombia.
Recibir instrucciones del director regional del gremio en la región Gabriel Elejalde, fue tarea fácil para los obreros. Una vez conocieron quien era el consumidor final, estuvieron todos dispuestos y prometieron “regalar la mano de obra”, para honrar al pontífice. Esas manos que simbolizan el trabajo y el tesón del sudor diario que hacen posible el manejo de la fruta para que delicadamente llegue a los paladares de los feligreses en Bogotá Medellín y Cartagena.
La fruta no era calibrada, solamente fue cortarla, pasó por el proceso de la empacadora, y luego transportada en el camión de placas VEG de Bogotá 437 con destino a Medellín, donde inició el proceso de inducción para que madurara y este lista a partir del 6. “Esta fruta es igual como la consumen en Estados Unidos y en Europa”, dijo Elejalde.
El valor nominal de este embarque, podría estar en $ 200 millones de pesos, pero más que el valor comercial del producto, es el valor simbólico de hacer este acto de bondad de acompañar a la gente que va estar con el Papa Francisco que eligió el banano como su fruta preferida. “Ojalá que ese banano purifique las almas de los que la van a comer para que sean más buenas personas”, indicó Jesús Correa, gerente de operaciones de Uniban en Urabá.
Vía El Heraldo de Urabá