En Apartadó, la comunidad también marchó en rechazo a los hechos violentos que se vienen presentando en el país. Los líderes y lideresas en compañía de sus escoltas, representantes de la iglesia, jóvenes y madres víctimas marcharon para repudiar el asesinato de líderes en Colombia
Como en un cortejo fúnebre en protesta, la marcha partió desde el barrio La Chinita donde por años la voz de los líderes ha sido silenciada. Una parada en el cementerio fue el lugar donde se hizo un minuto de silencio en memoria a los que reposan allí.
“Los asesinatos son por múltiples causas pero al final redundan en lo mismo la actividad social la defensa de los derechos la búsqueda de garantías”, dijo William Ramírez, delegado de Pro libertad de derechos humanos en Latinoamérica.
Para las autoridades, el 2019 fue uno de los años libres de asesinatos a líderes en Urabá en comparación del 2018, año en el que asesinaron cinco líderes. Para la Iglesia católica los hechos que intimidan a las comunidades continúan.
“Siguen las gentes diciendo que están sometidas por las fuerzas ocultas”, indicó monseñor Hugo Alberto Torres.
Los más perseguidos son los líderes reclamantes de tierra del Urabá quienes también alzaron su voz.
“No hay garantías de seguridad para entregarle su predio pues no lo hacen porque la garantía en estos momentos no la están utilizando para la gente sino para las instituciones”, aseguró Ayaneth Pérez, líder reclamante de tierras.
En Urabá hay 300 líderes amenazados, de ellos 109 cuentan con esquema de seguridad del UNP, muchos dicen estar hacinados en sus hogares por la falta de seguridad.