Mientras ayer los ojos de la prensa estaban centrados en la suerte del otro hombre poderoso de la política David Barguil Assis, por lo que pudiera ocurrir con él en la Corte Suprema de Justicia en la fría Bogotá, en la calurosa Montería también la prensa local estaba atenta del rumbo que puede tomar una serie de procesos penales contra el exalcalde de Moñitos, Álvarez Cásseres Matoza.
El hoy gerente del Hospital San Juan de Urabá, Antioquia, fue citado a las 2:30 de la tarde del jueves 9 de marzo a la sede del CTI de la Fiscalía Seccional de Córdoba a indagatoria en una investigación que se le sigue por la presunta comisión de los delitos de fraude procesal, enriquecimiento ilícito y alzamiento en bienes.
La diligencia obedece a un viejo proceso desde mucho antes de ser alcalde, siendo mandatario y tal parece que tantos recursos interpuestos por la parte afectada (Rubén Darío Ramos), el caso fue desempolvado en la Fiscalía y ayer Cásseres Matoza volvía a estar en el banquillo de los acusados, puesto que ya él sabe lo que es estar en los estrados judiciales.
Estuvo preso siendo alcalde, señalado de tener vínculos con grupos al margen de la ley.
Al retornar a la libertad pudo culminar su gobierno y aún aquellos procesos por los que un juez determinó su captura aún siguen vivos y sin resolver.
También siguen sin resolver el crimen del exconcejal de Moñitos, Donaldo Antonio Rodríguez Díaz, y de la lideresa Vilma Rosa Bello, quienes se habían atrevido a denunciar presuntos ingresos de dineros calientes en la campaña a las elecciones para la Alcaldía en el año 2015.
A ambos los mataron posteriormente y sus casos siguen impunes.