Roberto Vargas Gutiérrez, alias ‘Gavilán’, es hoy día uno de los mayores objetivos del Gobierno Nacional, por quien ofrecen una recompensa de hasta $500 millones de pesos, para dar con su paradero y eventual captura, este mafioso, que se creería ser un hombre despiadado y poderoso criminal, parece ser que la suerte le cambia por causa de una mortífera infección como es el VIH.
Según fuentes de inteligencia de la Policía Nacional, gracias a la versión de uno de los integrantes del “Clan de Golfo”, capturado a comienzos de este año, da cuenta de que este “narcoparamilitar” vendría enfermo de este penosa infección desde hace siete meses, que lo ha llevado a que requiera de urgencia medicamentos antibióticos que debe consumir por lo menos cada 12 horas, ya que según este testigo, ya las complicaciones como fiebres altas y algunas dificultades, le estaría limitando su movilidad.
Así las cosas, tal y como sucedió con el extinto Jorge Briceño alías “el Mono Jojoy”, quien durante sus últimos años padeció de las consecuencias de una diabetes, que con el paso del tiempo lo iba a doblegango, hasta el punto de hacer cortos recorridos y permanecer más tiempo en sus guaridas y que le dio oportunidad para que fuera neutralizado por la Fuerza pública, alías “Gavilán” estaría corriendo la misma suerte.
Quienes han estado al lado suyo y han caído capturados por las autoridades, señalan que el segundo al mando del “Clan del Golfo”, lo decriben como un obsesivo sexual, un ‘narco’, a tal punto que ‘negocia’ desde niñas, como si se tratara de mercancía.
Y es que esta versión tendría validez, toda vez que a través de una denuncia interpuesta por un líder político del Chocó en la última cumbre entre el Alto Gobierno y los alcaldes del Litoral del Pacífico, señala que capos de esta estructura ilegal como alías “Gavilán” y que ocupan varios de estos territorios, llegan hasta los cacerios y fincas, del Alto, Medio y Baho Baudó, allí intimidan a los padres de las menores que están entre los 12 y 17 años de edad y las abusan sin contemplación.
Otra de las líneas de investigación que adelantan los hombres que le siguen el rastro está la de que el capo entrega entre $2 y $5 millones de pesos a algunos campesinos de zonas apartadas del Urabá, para que les aseguren sexo con sus hijas de 12 y 13 años.
“Él paga y días después manda por ellas, en medio de total sigilo”, describe el capturado a uno de los investigadores que hace parte de la operación “Agamenón”, cuyo fin es dar con su paradero.
Según el comandante de la Policía de Urabá, el coronel Luis Soler, por fuentes humanas que se manejan en esta región, alías “Gavilán’ es un enfermo sexual, a quien le encantan las niñas menores de edad y que les paga a los padres de las víctimas para que se las tengan, para que se las conserven para cuando él las quiera llamar.
“Él estaría con unos resquebrajamientos de salud, especialmente porque tiene una enfermedad venera por todas las relaciones sexuales que tiene y que mantiene permanentemente con diferentes mujeres en los lugares donde él se encuentra”, reveló el coronel Soler.
Roberto Vargas Gutiérrez, alias “Gavilán” ingresó desde los 16 años a las filas del EPL en el Urabá. Después de desmovilizarse de esta Organización, pasó a ser parte de las Autodefensa Unidad de Colombia, AUC, en 1995, al lado del extinto Carlos Castaño.
Para el año 2005 se desmovilizó como parte del bloque Sinú, un año después y por intermedio de Daniel Rendón, alias “Don Mario”, llegó a ser parte de los Urabeños. En 2012, tras la muerte de alias Giovanny, hermano de Otoniel y segundo al mando de la organización criminal, fue nombrado jefe militar del grupo.
Las autoridades lo han sindicado de armar los paros armados en la Costa Atlántica, tras la muerte de alías “Giovanny”, cabecilla de este grupo armado, igual sucedió en los departamentos de Córdoba y Sucre en el 2.016, cuando ordenó cerrar el comercio y los colegios en cerca de 20 municipios, tras la caída de otro de sus más cercanos compinches como lo fue alías “El Negro Sarley”.