El hallazgo de 15 focos de caracol africano en Cañasgordas, Antioquia, ha alarmado a las autoridades ambientales y de salud del departamento, al tratarse de uno de los animales más peligrosos del mundo. El Achatina Fulica, conocidco como caracol africano, es un molusco que se reproduce con rapidez y que representa un grave riesgo para el ecosistema en el que habita, debido al parásito que contiene.
«Desde hace cuatro años se comenzó a evidenciar la presencia de los caracoles en Cañasgordas», informó Roy Vélez Hernández, coordinador territorial de Nutibara de la Corporación Autónoma de Urabá, (Corpourabá), al diario El Colombiano. Dicha entidad trabaja con programas pedagógicos dirigidos a los habitantes del casco urbano de la zona, con el fin de educarlos sobre los peligros que representan estos moluscos.
“Como los campesinos, cuando los encontraban, los metían a bolsas y los tiraban a la basura, iban a dar al relleno sanitario, desde donde empezaron a dispersarse por toda la localidad”, añadió. La estrategia ahora consiste en acumularlos en bolsas dentro de una bodega para que, semanalmente, el vehículo destinado a recoger desechos biológicos peligrosos los lleve a incinerar. Para esto, la corporación les ha entregado bolsas plásticas, guantes y tapabocas a los ciudadanos para así evitar el contacto con dicho animal.
El parásito del caracol se produce gracias a su alimentación, basada en la materia fecal de otros seres vivos. Por esta razón, al tocarlo o estar cerca de lugares por los que ha pasado su baba, es posible contagiarse de virus y bacterias que pueden ocasionar enfermedades tan graves como la meningitis.