La Defensoría de Colombia emitió en la noche del pasado viernes una alerta de riesgo inminente para Murindó, (Antioquia), confirmando la presencia de grupos paramilitares y guerrilleros que, según la Defensoría, ponen en grave peligro a los más de 3.000 habitantes de la cabecera municipal y rural del municipio antioqueño.
El comunicado de alerta, que pide al Ministerio del Interior, de Defensa y a la Gobernación y Alcaldía de Murindó “coordinar e implementar acciones para mitigar y controlar el impacto de las posibles acciones de los grupos armados”, llega después de las denuncias del personero de Murindó, Fredy Uron, que días antes había alertado sobre la presencia de ilegales en su municipio, y que fue recibida con escepticismo por las autoridades departamentales y el coronel de la Policía de Urabá, Jerson Fajardo.
Uron, que tuvo que ser evacuado de Murindó debido a las llamadas de amenaza que comenzó a recibir, declaró a EL COLOMBIANO que lo dicho por la Defensoría “demuestra que en su momento se actuó de forma irresponsable con mis denuncias, poniendo en peligro mi vida y la de mi familia”, al tiempo que reconoce la importancia de que “otras instancias corroboren la información” y pide que se actúe “preservando la vida de los habitantes del municipio”.
A principios de julio, cuando el personero presentó sus denuncias, el gobernador Luis Pérez desestimó la información calificándola de “falsa” y “pintoresca”, argumentando que las autoridades habían corroborado y pidiendo a la Procuraduría General de la Nación investigar al funcionario “porque si entidades como una personería y un funcionario tan importante, empiezan a generar ese desorden institucional, es costoso para el Estado”, declaró en su momento.