Lo que se consideraría una cantidad normal de agua para medio mes de lluvias en el Atlántico cayó durante las aproximadamente tres horas que duró el aguacero de este jueves en el departamento.
Foto de Horacio Gallón Arango
Así lo señaló el jefe de pronósticos y alertas del Ideam, Cristian Uscátegui, quien afirmó que durante la lluvia del jueves cayeron entre 45 y 55 milímetros de agua, cuando, por ejemplo, el promedio en un mes deberían ser entre 90 y 110 milímetros para Barranquilla.
Según el funcionario, las lluvias en esta época del año se deben a una serie de condiciones que se reúnen sobre la región y que no tiene aún nada que ver con la temporada de lluvias de fin de año, que se estima comience entre finales de septiembre y comienzos de octubre.
“El transito frecuente de ondas tropicales que hay sobre la región Caribe han sido el de mayor actividad en los últimos 10 años, lo que ha mantenido mucha humedad. Esto sumado a una gran onda sobre el Golfo de Urabá que afecta al Caribe y el calentamiento que alcanzó unos 31° aproximadamente a las 9 de la mañana provocó un cambio de la presión que desencadenó la fuerte lluvia”, explicó Uscátegui.
Por otro lado, para este fin de semana se espera que también haya lluvias dispersas durante el fin de semana. El sábado se estima que el cielo estará parcialmente cubierto con una nubosidad importante, pero que la probabilidad de lluvia será sobre del 40% entre la tarde y el comienzo de la noche.
Entretanto, el domingo la probabilidad de que llueva sobre el cielo del Atlántico aumenta entre 60% y 70% durante la tarde.
En la región Caribe
“Para el fin de semana se estiman condiciones de nubosidad en la Región Caribe”, aseguró Uscátegui quien contó que las nubes estarán principalmente en las regiones de Sucre, sur de Bolívar y Córdoba.
Dicha esta condición aumentará en las tardes durante el fin de semana, con lluvias dispersas en las zonas cercanas a la Sierra Nevada de Santa Marta.
También recomendó a las autoridades de cada ciudad y a los habitantes a prepararse para las precipitaciones que puedan seguir cayendo.
“Las limpiezas de zonas de desagüe, de caños y quebradas serán de gran importancia al marcar la diferencia ante un gran aguacero, así como el manejo de residuos en zonas urbanas”, puntualizó.