Los 16 mil habitantes de Belén de Bajirá eran custodiados por 45 uniformados adscritos al departamento de Policía de Urabá. Sin embargo, el aumento de la tensión que desató la publicación del nuevo mapa de Chocó y la visita de los diputados de Antioquia al lugar, obligó a que las autoridades ordenaran un aumento del pie de fuerza en el corregimiento.
Con un refuerzo de 60 policías y la llegada de varias unidades del Ejército, la Fuerza Pública pretende garantizar la seguridad en la zona, donde se han incrementado las ofensas racistas entre quienes prefieren ser de Antioquia o de Choco.
El secretario de Gobierno de Riosucio, Jhoan Mosquera, explicó que su cartera será diplomática con las autoridades de Mutatá, con el fin de darle un buen ejemplo a los ‘bajirenses’.
El funcionario de Riosucio aseguró que “tenemos estipulado hacer un análisis de la situación y de ser posible convocar a un consejo de seguridad extraordinario para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos, independientemente de que se consideren antioqueños, chocoanos o incluso cordobeses, en este corregimiento confluyen habitantes de los tres departamentos“.
Pese a la publicación del nuevo mapa de Chocó, funcionarios de la alcaldía de Mutatá, Antioquia, continúan haciendo presencia en el corregimiento, situación que ha generado malestar entre los lideres chocoanos que residen en la zona. Por su parte, las autoridades antioqueñas manifestaron que no se retirarán del lugar hasta que el conflicto limítrofe sea resuelto por el Congreso de la República.
En las calles hay constantes patrullajes de la Policía y el Ejercito, al mismo tiempo que se mantiene un amplío despliegue de seguridad en la vía Medellín-Urabá, donde el pasado fin de semana ocho personas resultaron heridas y cinco fueron capturadas por enfrentarse al Escuadrón Móvil Antidisturbios.