Al amanecer del jueves 21 de diciembre, vecinos del barrio Alfonso López de Apartadó, Urabá antioqueño, llamaron a la Policía porque un hombre en estado de embriaguez se encontraba bastante alterado en la vía pública y estaba buscándole la pelea a cualquiera que pasara.
Varios uniformados acudieron al lugar y con base en el Código de Policía inicialmente le hicieron el respectivo llamado de atención al hombre, y hasta le ofrecieron acompañarlo a su casa.
“Uno de los patrulleros lo miró con detenimiento y afirmó insistentemente que se trataba de alias Sombra´´, un objetivo de alto valor para nosotros dentro de la operación Agamenón II; y temido sicario al servicio del ‘clan Úsuga’. Ante la insistencia del uniformado procedimos a trasladarlo a la estación de Policía para verificar su identidad”, dijo a EL TIEMPO el coronel Luis Eduardo Soler, comandante de la Policía en Urabá.
Al cotejar las huellas digitales se estableció plenamente que se trataba de Duber Antonio Simanca Mosquera, contra quien un fiscal especializado en derechos humanos emitió orden de captura por homicidio agravado en persona protegida.
“Simanca o ‘Sombra’ es considerado jefe de sicarios del ‘clan’ y en conjunto con la Fiscalía se le investiga por 40 homicidios en la región del Urabá. Nació en Apartadó, tiene 35 años y desde muy joven ingresó a las redes criminales. Es desmovilizado del bloque norte del Magdalena Medio”, afirmó el coronel Soler, quien no descartó que el número de víctimas sea superior.
Debido a su peligrosidad, el fiscal de derechos humanos le solicitó al comandante de Policía en Urabá que lo trasladara a Bogotá lo más pronto posible, por lo que aprovechando la visita del fiscal general, Néstor Humberto Martínez, a Carepa, Urabá antioqueño, el mismo jueves las autoridades acordaron transportarlo en la aeronave en que se desplazaba el jefe del ente acusador y su comitiva de regreso a la capital. La investigación contra el jefe de sicarios la adelanta la Fiscalía que trabaja en documentar el asesinato de por lo menos 40 personas a las que ‘Sombra’ habría ejecutado personalmente o habría mandado asesinar, entre ellos un líder social que venía denunciando la expropiación de tierras que busca adelantar el ‘clan’ en algunas zonas del Urabá antioqueño y chocoano.
‘Sombra’ era el encargado de ejecutar los homicidios cuando se incumplía con el pago de las extorsiones, o había dudas sobre la lealtad de los integrantes del ‘clan Úsuga’. De igual forma cuando se sospechaba que había colaboración con la Policía frente a la incautación de los cargamentos de cocaína, como las 13 toneladas 400 kilos ubicados en cuatro fincas bananeras el pasado 8 de noviembre en el Urabá.
Simanca permanece desde el jueves en los calabozos del búnker de la Fiscalía a la espera de acordar con el Inpec el sitio de reclusión al que será trasladado en los próximos días, que la Fiscalía pide sea de alta seguridad para evitar una posible fuga.
Fabián de Jesús Urrego Suaza, alias Candelo, fue enviado a mediados del 2016 por Luis Orlando Padierna, ‘Inglaterra’, al corregimiento de San Faustino, zona fronteriza entre Cucutá (Norte de Santander) y Venezuela. El objetivo: analizar las condiciones para la expansión del ‘clan Úsuga’ especialmente en lo relacionado con el tráfico de cocaína. ‘Candelo’ se convirtió en el jefe de seguridad de ‘Inglaterra’, quien murió en medio de una operación de la Policía el 23 de noviembre. ‘Candelo’ se trasladó nuevamente para el Urabá, donde fungía como segundo jefe de la ‘Carlos Vásquez’, con unos 20 hombres a su mando. Fue capturado el viernes en Carepa.