La ceremonia de perdón se cumplió en el corregimiento de San José de Apartadó, allí el Estado le pedirá perdón a la comunidad por la masacre cometida en el año 2005 y como fue ordenado por El Consejo de Estado.
Asistieron representantes del Ministerio de Defensa y del Batallón de Infantería 47 General Francisco de Paula Santander, estas entidades reconocerán la responsabilidad en otra de las masacres que sufrió esa subregión.
El caso es el de dos familias que fueron ultimadas el 21 de febrero de 2005. Ese día, un grupo de paramilitares asesinó a un líder social y su hijo de 13 años. Igualmente, a un campesino junto a su esposa, el mayordomo y sus dos hijos de 2 y 5 años, quienes fueron degollados para que no cobrarán venganza en el futuro, como lo revelaron varios condenados. La masacre ocurrió muy cerca de la base militar en San José de Apartadó, y, dicen testigos, militares presenciaron la macabra escena y no hicieron nada.
“Siempre ha habido una negación del gobierno, desde que ocurrió esta masacre, el alto gobierno aseguraron que no tenían nada que ver con esta masacre. Importante aunque no se haga justicia”, dijo Germán Graciano, representante de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó.
Las víctimas fueron identificadas como Alfonso Bolívar Tuberquia, Sandra Muñoz, la pequeña Natalia y Santiago; el mayordomo Alejandro Pérez, Luis Eduardo Guerra y su hijo Deiner.
Este acto conmemorativo se instaló una placa en nombre de las víctimas.